
Carta de Santiago Royuela Samit a Xavier Rius Sant sobre las críticas vertidas hacia la familia Royuela en su artículo del periódico digital nou9.Cat
https://el9nou.cat/osona-ripolles/opinio/els-royuela-deliris-duns-ultres/
Por alusiones directas a mi persona y familia, paso a responder al señor Xavier Rius en su artículo, donde, a guisa de titular, dice que “los Royuela deliramos”.

Bien, no entraré en el análisis y el recorrido que hace de la vida de mi padre o mía, un poco de cierto hay, si bien tergiversado y mal explicado, pero el que me interesa, es otro asunto. En este aspecto, decirle a Ríos que yo no tengo ideas políticas ya, y él, quizás sí que las tenga y sepa para quién trabaja.
El informe del CNI al cual alude Ríus, sencillamente no existe, es uno «hiervo» sacado por el diario El País, que, para más conocimiento y entendimiento, se poseen notas manuscritas del fiscal Mena, a quien denunciamos, de cómo procede a pagos mensuales a sus ex-directivos. Este informe, no existe, o que lo muestra Ríus.
Al juzgado 33 se instruyen unas posibles injurias y calumnias contra Arimany, sustentadas en más de 37 documentos manuscritos. Pero, por si esto fundido un delirio o falsificación, ahora se han denunciado las 34 fincas del Doctor Arimany en los EE. UU., las cuentas bancarias y los depósitos millonarios, ¿así como una doble identidad y transferencias mensuales desde una cuenta del fiscal Mena a otra cuenta del doctor Arimany Como lo explica Ríos? ¿Qué hará ahora el Juzgado 33? Más adelante, lo matizaré la vida de mi familia y de cómo fuimos perseguidos y sometidos a tortura sistemática que, incluso, nos llevó mi padre y la mía en la prisión, de manera injusta.
Y una vez haya comprendido de donde sale esta inmensa fortuna del doctor Arimany, estará preparado para leer nuestras querellas y denuncias desde el año 2001, claramente amañadas, como la querella de año 2006 o las diligencias del 2009 instruidas por el TSJC. Podría empezar, bien por la fortuna de Arimany, bien leyendo el que sucedió en esta querella del año 2006, o las diligencias 2009 del TSJC, donde se evidencia que el querellante y denunciante tiene razón, mi padre en este caso. ¿Delirios? o verdades como puños? ¡Dígame un poco del inmenso patrimonio del doctor! Empezáis por su fortuna para abordar «mi delirio».
Santi Royuela Samit.